lunes, 15 de enero de 2018

Yo quiero ser Cosmólogo - Juan García-Bellido Capdevila

Y yo quiero ser...Cosmólogo
(Por Juan García-Bellido Capdevila)

Escucha música mientras lees, vete al final.

Cosmólogo es aquel que estudia el Universo como un todo. Como eso es inabarcable, uno tiene que romperlo en pedacitos de tiempo y espacio, y estudiar cada parte por separado. Hay cosmólogos que estudian el universo primitivo, desde el origen del Universo y el proceso inflacionario que dio el pistoletazo de salida, hasta aproximadamente un segundo de vida, cuando se formaron los primeros elementos. Estos investigadores suelen tener una formación de físicos de partículas y les interesan los procesos que tienen lugar en los aceleradores como el Gran Colisionador de Hadrones del CERN. Otros estudian el universo tardío, desde un segundo hasta hoy en día, trece mil ochocientos millones de años más tarde. Estos investigadores suelen tener una formación de astrofísicos y les interesan las explosiones de supernovas, la formación de galaxias, la materia oscura y la expansión acelerada del universo, usando telescopios muy potentes en altas montañas o en órbita alrededor de la Tierra.

Fig. 1. The universe´s timeline, from inflation to the WMAP.
Crédito: NASA/WMAP Science Team - http://map.gsfc.nasa.gov/media/060915/index.html

Naturalmente, el Universo es más que la suma de sus partes, luego lo ideal para un cosmólogo es formarse tanto como físico de partículas relativista como astrofísico, pues muchas veces las respuestas a las preguntas fundamentales sobre el Universo están tan imbricadas que tanto uno como otro se quedan cortos. Esta formación lleva tiempo, mucha paciencia y mucho tesón, pero la recompensa en inmensa pues no hay nada más maravilloso como ser capaz de comprender fenómenos que abarcan sesenta órdenes de magnitud en tiempo y espacio, que involucran todas las fuerzas de la naturaleza y requieren del conocimiento profundo de las herramientas más poderosas que tiene el físico: la relatividad general, la mecánica cuántica y la termodinámica.

Yo he tenido la suerte de conocer a algunos de los cosmólogos más famosos de la segunda mitad del siglo XX, como Stephen Hawking, Jim Peebles, Rashid Sunyaev, Joe Silk, Igor Novikov, Alan Guth, Andrei Linde, Alexander Dolgov, Kip Thorne, etc. Todos ellos se caracterizan por tener una visión particular del universo, a veces muy distintas unas de otras, pero, al fin y al cabo, consistentes. Es difícil encontrar un denominador común a todos ellos, excepto quizá su enorme curiosidad y su infatigable ansia de comprender fenómenos muy alejados de nuestra experiencia cotidiana, donde es necesario usar la imaginación y una visión espacial y temporal muy amplia.

Es por eso que es difícil aconsejar a un(a) investigador(a) joven qué camino tomar para ser un(a) cosmólog(a) profesional. En mi caso, recuerdo muy bien con catorce años leer el libro de Asimov “El Universo” y quedarme fascinado con lo que allí se describía. Cuando entré en la universidad estaba convencido de que quería ser astrofísico, pero pronto me di cuenta de que necesitaba una formación más teórica si quería entender el origen del universo, de manera que me formé como físico de partículas, pasé temporadas en el CERN, hice la tesis en teoría de cuerdas, y me fui de postdoc a Stanford con Andrei Linde, a trabajar en la teoría inflacionaria. A la vuelta a Europa me di cuenta de que necesitaba conocer de primera mano las observaciones que se estaban haciendo en el fondo cósmico de microondas, en la formación de galaxias y en la expansión acelerada del universo. Fueron años en los que la Cosmología pasó de ser una ciencia fundamentalmente especulativa a una ciencia experimental.

Desde 2005 empecé a formar parte de colaboraciones científicas como el Dark Energy Survey, el Physics of the Accelerating Universe Survey, el consorcio Euclid de la ESA, el Cosmic Origins Explorer, el Large Synoptic Survey Telescope y, más recientemente, el detector de ondas gravitacionales en el espacio, Laser Interferometer Space Antenna. La perspectiva que da comprender cómo se obtienen los datos, cómo se limpian de errores sistemáticos y finalmente cómo se interpretan en el contexto de las últimas teorías físicas, es algo que me emociona profundamente y que justifica con creces los esfuerzos, las pequeñas frustraciones y sinsabores que toda profesión tiene.

Por ello, animo fuertemente a los jóvenes a participar intensamente en la aventura del saber que es comprender el universo, desde lo más pequeño a lo más grande.

Juan García-Bellido Capdevila
Doctor Física Teórica
Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

Escucha música mientras lees.


1 comentario:

  1. Yo al universo/cosmos lo encuentro fascinante y lleno de misterios.Las teorías cosmologicas van desde la sala de espejos al 10 elevado a 500 universos de la teoría de cuerdas.Personalmente veo dos alternativas:o es infinito,o es claustrofóbico.

    ResponderEliminar

Capítulos más populares